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noviembre 18, 2022 5 lectura mínima
El maki-e (蒔絵, literalmente: dibujo o diseño salpicado) es una técnica de decoración japonesa de laca en la que se dibujan dibujos, patrones y letras con laca en la superficie. La laca es un esmalte natural descubierto aproximadamente 5.000 años atrás en la antigua Asia. Cuando se descubrió que la Savia del árbol Rhus vernicflue, comúnmente conocido como el árbol de la laca, poseía cualidades de adhesión y de resistencia que ningún otro esmalte o pintura podían superar. Este árbol, pariente de la hiedra venenosa, a día de hoy solo se puede encontrar en el sur de China, Corea, Vietnam y Japón (donde el nombre para la sustancia y para el árbol son los mismos: Urushi).
La extracción de la savia mayoritariamente es realizada en verano, sólo en los árboles que hayan alcanzado mínimamente diez centímetros de grosor y que tengan más de diez años. Una vez realizada la extracción, la savia es sometida a un proceso de purificación, añadiendo productos deshidratantes y tintes. Cuando el proceso ha finalizado la laca urushi es mezclada con pigmentos de color, generalmente rojo o negro.
Las características especiales de esta laca distan mucho de aquellas que se pueden obtener de otras formas. Los aceites que la componen, en contacto con la humedad y la temperatura ambiental, permiten que se solidifique sin alterar su composición, dando la sensación que permanece siempre húmeda, lo que dota a las piezas tratadas con el urushi de un brillo único. Durante decenas de siglos se trató a través de este método todo tipo de objetos, desde maderas a armaduras, fortaleciéndolos y convirtiéndolos en auténticas obras de arte. La laca actuaba protegiendo los objetos de la mayor parte de los agentes externos que podrían dañarlos.
Una vez que la laca se encuentra seca constituye un elemento casi impenetrable, extremadamente resistente al calor y al agua, que no pueden alterar ni la sal ni los productos químicos. Pero sobretodo, lo que la hace más especial es la belleza de su acabado. Solo la laca natural es capaz de producir un negro tan profundo y unos matices tan exquisitos.
Las técnicas de lacado varían de país a país, según la calidad de la laca y el uso de los objetos sobre los que se aplica. Las tres categorías más representativas de las artes de lacado son la talla, el embutido y por supuesto, el maki-e.
Durante el Periodo Nara (comprendido entre el año 710 y el 794) en Japón se inició la técnica artística, del Maki-e consistente en dibujar, a través de la aspersión de oro o plata en polvo sobre el urushi húmedo, diversas figuras decorativas. Este proceso, enormemente complejo en técnica y aprendizaje, se popularizó a lo largo de los siglos hasta convertirse en un método decorativo muy popular a mediados del Periodo Edo (aprox. S.XVII). Sus obras se volvieron populares entre la realeza japonesa, instaurándose el título de Maestro del maki-e para los artistas que destacaran.
Cada pieza realizada bajo maki-e es única. Un artesano a mano es el encargado de barnizar la pieza, traspasar el dibujo sobre el urushi, trazar cada línea, espolvorear suavemente el polvo de oro sobre ella. Todos los pasos son manuales, únicos e irrepetibles. Para las piezas más complejas pueden ser necesarios más de ciento treinta pasos y tres meses de trabajo.
Hoy en día, son varias las marcas de escritura que perpetúan esta tradición artística y presentan una colección de estilográficas decoradas según la técnica del Maki-e.
La aplicación del maki-e en el mundo de la escritura llegó de la mano de Ryosuke Namiki, fundador de Namiki. A pesar de que la empresa comenzó centrándose en la fabricación de plumines de oro, pronto Namiki y su colaborador Masao Wada comenzaron a producir sus propias estilográficas. Las plumas de la época, fabricadas de ebonita necesitaban de una capa protectora que las aislase de agentes que pudieran dañar el delicado material, incluso de la propia tinta. Namiki decidió emplear el urushi sobre la ebonita y, en búsqueda de aumentar su belleza, realizar las técnicas del maki-e para dibujar distintos diseños que dieran a sus estilográficas un estilo único.
Los diseños realizados por los maestros de Namiki no son mera imaginación, pues todos tienen un significado y cuentan historias o hacen referencia a tradiciones o leyendas japonesas. Actualmente, el procedimiento de una estilográfica Namiki sigue siendo igual a como empezó la compañía en sus orígenes. La estilográfica la realizan en resina, para luego aplicarle dicha laca urushi. La laca tiene que estar húmeda y, con un pincel se le aplica capa tras capa. Cuantas más capas de laca urushi tenga la estilográfica, más se encarecerá. Por ejemplo, una estilográfica de gama alta posee hasta 25-30 capas de laca urushi.
Un claro ejemplo de ello es la Namiki Yukari Royale Peony & Butterfly, donde se pueden observar preciosos dibujos de la flor peonía cuidadosamente realizados por el maestro artesano Misa. La peonía ha sido utilizada en Asia desde la antigüedad por sus virtudes medicinales, e inconfundible belleza y dulce aroma que hacen de esta flor en el mundo del arte un símbolo de la primavera. En esta selecta pieza se pueden observar tres preciosas peonías con mariposas a su alrededor. La peonía rosa representa el amor, la blanca la modestia y la malva celebra la amistad.
Estilográfica Namiki Yukari Royale Peonny & Butterfly
Otro gran ejemplo donde podemos observar el esfuerzo y el gran trabajo realizado por los artesanos japoneses del Maki-e, son las estilográficas Monte Fuji. Este volcán sagrado de Japón se ha convertido en un símbolo de la cultura japonesa y su omnipresencia en esta cultura no se debe al azar, ya que su alcance religioso es muy importante. Dentro de esta serie de estilográficas podemos encontrar varios diseños con diferentes temáticas e historias: Namiki Nippon Art: Monte Fuji and Wave, Namiki Monte Fuji and Ship Nippon Art, Namiki tradition Monte Fuji and Dragon.
De izquierda a derecha, las estilográficas: Namiki Mount Fuji and Ship, Namiki Mount Fuji and Wave y Namiki Mount Fuji and Dragon.
Lacado. Dibujo. Espolvoreado. Pulido. Estos cuatro procesos se repiten continuamente para obtener una hermosa pieza Namiki Maki-e, independientemente de la colección a la que pertenezcan. Y es que, atentos a las necesidades de los coleccionistas, Namiki ha creado colecciones que se adaptan en temática y precio a los caprichos de quienes las anhelan: de la más asequible Nippon Art, al selecto Togadashi-maki-e y Taka-maki-e presentes en la colección Yukari Royale.
En la imagen las piezas Namiki Yukari Apricot Tree and Warbler, Namiki Nippon art Maki-e Dragon with cumulus y la estilográfica Namiki Yukari Royale Lioness and cubs.
Actualmente Namiki cuenta con un total de 19 artesanos de Maki-e fabricando piezas en todo Japón.
De la mano de la diseñadora de moda Shun-jen Lin, encontramos la marca japonesa Taccia. El pilar en el que se apoya esta marca es la convicción férrea de que los instrumentos de escritura deben ser asequibles, elegantes y creados con materiales de primera calidad. Dentro de esta marca podemos encontrar una colección con piezas de edición limitada maki-e: Taccia Miyabi Maki-e LE.
A partir de ebonita natural pura, cada pieza de la colección Miyabi Maki-e se realiza con la técnica artesanal maki-e y es sellada con urushi para conjurar imágenes de la naturaleza. Todas sus piezas están equipadas con una tapa de cierre hermético que suaviza el flujo de entrada y presentan un plumín de oro bicolor de 18 quilates y cada diseño está limitado a 30 piezas en todo el mundo.
Estilográfica Taccia Miyabi Maki-e Milky Way
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