Sistemas de carga en una estilográfica

¿Qué formas hay de cargar tinta en una estilográfica?

Lee a continuación la transcripción del video:

En una pluma, ¿dónde va la tinta?

Bienvenidos todos una vez más a un nuevo vídeo comparativa en nuestro canal de Iguana Sell. Hoy con un tema muy vinculado con el mundo de la escritura, con el mundo de las estilográficas, y que seguro que los aficionados que ya nos seguís desde hace tiempo e incluso los nuevos que nos estáis siguiendo pues probablemente tengáis interés. Y es: cómo se carga una pluma estilográfica. ¿Qué distintos mecanismos de carga podemos ver y podemos utilizar en una pluma estilográfica? Hoy os lo contamos todo.

El primer sistema que hoy vamos a comentar es el de los cartuchos. Este es el sistema quizá, os diría, menos romántico de todos los que vamos a hablar, y es el más conocido. ¿Qué es un cartucho? Un cartucho es un cilindro de plástico que, básicamente, ya viene relleno de una tinta. Y este cilindro de plástico lo encontramos en colores la mayoría de las veces muy estándar: azul, negro, verde, en algunos casos rojo… poquito más. El cartucho es muy sencillo. Porque el cartucho simplemente lo que tenemos que hacer es desenroscar el cuerpo de la pluma, enroscar el cartucho, hacer un poquito de presión y oiremos cómo encaja. Y ya está tenemos nuestra pluma cargada.

Dejando a un lado el cartucho tenemos unos mecanismos de carga quizá un poquito más románticos, como os decía antes. Si queremos empezar a jugar con tintas de distintos colores, si queremos incluso hacer nuestras propias mezclas, necesitamos uno de los sistemas que os vamos a comentar.

En primer lugar está el convertidor. El convertidor es lo más próximo al cartucho. ¿Qué es un convertidor? Un convertidor ya viene dentro de nuestra pluma, simplemente abrimos nuestra pluma, tiramos el cuerpo, vais a ver cómo aparece un fabuloso y precioso convertidor. Esto es un convertidor. ¿Cómo podemos cargar nuestra pluma con el convertidor? Pues básicamente movemos esta parte trasera, lo que nos va a permitir tener ya toda la posible, digamos, succión dentro de este mecanismo. Sumergimos el plumín en un tintero y directamente empezamos girando hacia atrás. Con esto vamos a extraer la tinta del tintero y vamos a tener nuestra pluma cargada con la tinta maravillosa del color que queramos con el que vamos a poder disfrutar. El convertidor, como os decía, es muy similar al cartucho porque incluso el convertidor se puede desenroscar de nuestra sección de agarre.

El siguiente de nuestros sistemas es el émbolo. El émbolo es prácticamente igual que el convertidor porque se basa en el mismo mecanismo que veíamos en el convertidor. Nosotros cogemos nuestra sistemita, sumergimos en el tintero y giramos hacia atrás. Y conseguimos cargar nuestra tinta. Aparentemente el mecanismo, y de hecho la mecánica de esto, es exactamente igual la del convertidor que la del émbolo. Pero ¿cuál es la gran diferencia? Que el émbolo ya viene montado en la propia pluma, y que además normalmente permite crear unas capacidades de carga mucho mayor. Fijaos en este diámetro que nos permite cargar mucha más tinta, comparémoslo con el convertidor. Por así decirlo: émbolo se nace, no se hace.

Y llegamos al cuarto y último de los sistemas que hoy os comentamos, y es el de la carga por vacío o por presión. Mirad esta pluma que tenemos aquí, una Visconti espectacular veis que tiene aquí un mecanismo que se parece mucho al émbolo pero no es exactamente como el émbolo. Este es el mecanismo de carga por vacío. ¿Cómo funciona? Pues básicamente nosotros giramos la parte trasera y una vez que se ha desencajado tiramos un poquito hacia atrás. Acabamos de sacar toda nuestra parte para poder cargar nuestra tinta. ¿Cómo lo hacemos? Sumergimos en un tintero, otra vez exactamente igual que antes, y básicamente empujamos toda esta parte. Gracias a hacer este movimiento lo que se genera es una diferencia de presión que lo que nos va a permitir es rellenar todo nuestro cuerpo con la tinta de nuestro tintero. Terminamos de girar, enroscamos. Aquí tenemos nuestra pieza perfectamente cargada.

Como os decía antes los cartuchos es el mecanismo quizá más sencillo y como os hemos comentado tenemos el limitante de los colores: son los que son. Hay un limitante adicional y es que en ocasiones, aunque no siempre, determinadas marcas exigen tener unos cartuchos propios y eso nos puede limitar bastante nuestra elección. También es cierto a favor del cartucho, que parece que es el malo de la peli, que al final es muy cómodo, es muy sencillo, podemos llevar varios, nos podemos ir de viaje, los podemos guardar en cualquier lado… Al final el cartucho tiene una utilidad y yo creo que no hay que demonizar a nuestro querido cartucho, que muchas veces nos salva la vida.

Junto a ello pues tenemos el resto de los otros tres sistemas. Todos comparten la gran característica que es que puedo jugar con distintas tintas, puedo jugar con distintos colores, puedo fabricar mi propia tinta, puedo hacer básicamente y volverme todo lo creativo que quiera. Y eso pues en el mundo de la estilográfica está muy bien y nos gusta. ¿Algunos pequeños hándicaps? Son más complejos de gestionar en el sentido de que no es tan sencillo como meter un cartucho, y en muchas ocasiones al cargar nuestra tinta pues ¿qué va a pasar? Que nos vamos a manchar los dedos y vamos a tener nuestras manchitas de tinta verde, de tinta azul, de tinta rojita… de distintos colores. ¿Eso está bien? ¿Está mal? Pues eso también es parte del encanto, y al final yo creo que también es un poco lo que nos define ¿no?

Entonces pues, oye para gustos los colores. ¿Lo más importante? Escribir con pluma ,usar las plumas y disfrutar de nuestras tintas; sea con cartuchos, sea con convertidor, sea con émbolo, sea con vacío… Es un mundo precioso y lo podemos disfrutar siempre.

¿A vosotros qué mecanismo os gusta más?