El tiempo comenzó a ser medido por Citizen en 1924, cuando en el Instituto de Investigación Shokosha, en Japón, se fabricó el primer reloj de bolsillo.
El alcalde en ese momento de Tokyo, ciudad todavía hoy sede de la casa matriz Citizen Watch Co.Ltd., bautizó este nuevo reloj Citizen, con la esperanza que este objeto, hasta entonces considerado de gran lujo y por lo tanto sólo reservado a una minoría, pudiese llegar a estar al alcance de todos los ciudadanos.
Desde su fundación, Citizen ha fomentado una mentalidad multicultural, fuente de excelencia y creatividad. Desde el comienzo, han asumido la responsabilidad de contribuir a cambios positivos en la sociedad y a evolucionar a través de su arte.
Como auténticos fabricantes de relojería,Citizen emplea un proceso de fabricación integrado que comprende desde el diseño de los componentes individuales de cada reloj hasta el montaje final. Es un enfoque artesanal basado en expandir los límites tecnológicos y usar toda su experiencia para explorar nuevas posibilidades.
Los 84 años siguientes incluyen innovaciones como relojes radiocontrolados y relojes con sincronización de la hora vía satélite. Otra creación excepcional fue el desarrollo revolucionario de la tecnología Eco-Drive. Citizen fue el pionero de esta tecnología en 1976, muy por delante de otros fabricantes. Utilizando la electricidad generada a partir de cualquier fuente de luz, esta innovación extraordinaria cambió para siempre el origen de la energía de los relojes. La tecnología Eco-Drive eliminó la necesidad de reemplazar pilas, una ventaja especialmente importante en muchas zonas donde es difícil obtenerlas, y puso el placer de poseer un reloj CITIZEN al alcance de muchas más personas, haciendo la experiencia aún más memorable.