En  Iguana Sell recomendamos a nuestros clientes tener una rutina de limpieza de su  pluma estilográfica, pues no limpiarla correctamente puede implicar un mal funcionamiento de la misma y una mala experiencia de escritura. 

Las plumas tienen mecanismos más complejos que los  bolígrafos o los  rollers, ya que debe cargarse con  tinta y la intensidad de sus trazos es más profunda.  Pero conservar la buena calidad de una estilográfica es algo muy sencillo, ya que tan solo necesitará agua fría, papel absorbente, un trapo suave y un pincel o cepillo de cerdas suaves (en caso de que la pieza presente grabados). Con estos 4 sencillos pasos que le presentamos, su pluma estilográfica lucirá como el primer día.

¿Cada cuánto hay que limpiar una pluma? 

Lo primero que hay que saber es cuándo es necesario limpiar una estilográfica. Lo ideal es hacer hacer una limpieza cada vez que:

• Se acaba el cartucho de tinta, especialmente si se va a cambiar de color.
• Cuando va a dejar de usarla durante una larga temporada.
• Cuando vea que la tinta deja de fluir correctamente. Para evitar llegar a este punto le recomendamos realizar periódicamente una rutina de limpieza de su estilográfica.

Pasos

Desarmar la estilográfica por completo 

Piezas de Esterbrook Estie Honeycomb, pluma estilográfica de convertidor, y Twsbi Diamond, con sistema de émbolo.

Es necesario desarmar la pluma para poder lograr una limpieza eficiente y profunda en todas sus piezas. Es conveniente separar el cuerpo, el capuchón (primera pieza que debe retirarse), el cartucho, la boquilla, el alimentador y el plumín si es posible y disponemos de las herramientas para ello. Si la pluma no es desarmada por completo su limpieza no será la más efectiva.

En el momento en el que separe el cartucho, éste debe mantenerse erguido, pues si lo recostamos o damos la vuelta se causará un derrame de la tinta. 

Limpieza de la boquilla, el alimentador y el plumín.

Es necesario lavar con agua el alimentador, la boquilla y el plumín, en caso de que lo hayamos separado. Para ello puedes dejarlos debajo del grifo y dejar correr agua fría, o bien dejarlos reposar en un recipiente con agua. Es importante que el agua sea fría, de lo contrario podría estropear la estilográfica. 

Otra opción puede ser utilizar una jeringuilla de plástico, acoplar un cartucho vacío e inyectar el agua directamente. Con este método hay más presión y por lo tanto la pluma se limpiará mejor. Es importante hacerlo sobre un cuenco o barreño y proteger todo con papel para así evitar las manchas de tinta. 

En caso de que sea muy difícil eliminar los restos de tinta, se podría optar por dejar reposando la boquilla y el plumín en un recipiente con agua y jabón durante una noche. En el caso de que las piezas sean de aluminio la mejor opción será utilizar vinagre y agua.  

Secado al aire libre

El siguiente paso será dejar secando las piezas sobre una superficie con papel absorbente para un secado más rápido. Este paso es muy importante por dos motivos. En primer lugar, hay que estar muy seguros de que la pluma está completamente seca y evitar volver a utilizarla con restos de agua, pues esto causaría manchas y malos trazos en la escritura. Además, en función del material, en este paso podría aparecer óxido o corrosión. Para evitar esto, es recomendable envolver el alimentador y el plumín en papel absorbente.

Le aconsejamos dejar la pluma desmontada durante toda la noche para que desaparezca toda la humedad por completo. 

Limpieza exterior

Aunque la parte externa de la estilográfica no suelte tinta, es recomendable limpiarla para mantener en perfecto estado la estilográfica y evitar las marcas de los dedos. Este paso es muy sencillo, tan solo debe pasar un trapo suave o de microfibra por la pieza y en caso de que existan grabados puede usar un pequeño cepillo para llegar a los bordes más difíciles. Se puede utilizar un líquido pulidor para para conseguir una mejor limpieza, pero no debemos usar otros productos químicos que puedan estropear el material de la pluma.

Siguiendo esta rutina de limpieza conseguirá que su pluma luzca limpia y brillante, y además evitará problemas en la escritura. Por último, le recomendamos guardar sus plumas estilográficas enestuches, para así evitar ralladuras o manchas de polvo en las mismas.