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Germán Cabrini


Germán Cabrini de ReloGeando

Hoy Germán del canal ReloGeando, nos cuenta lo que le enamora del mundo de la relojería, inspiración para muchos.


Lea a continuación una transcripción de la entrevista:

Hola amigos y amigas. Mi nombre es Germán, tengo el canal reloGeando y quisiera empezar este breve vídeo agradeciéndole a Iguana Sell por invitarme a participar de este ciclo de charlas relojeras, que me parece una iniciativa muy interesante para conocernos un poco más y compartir estas cuestiones que nos atraen tanto al mundo de los relojes.


Y yo creo que en mi caso, como muchas personas que conozco, el mundo de los relojes se nos presentó a través de nuestros padres. En mi caso el recuerdo más vivido que tengo del contacto con algún reloj es con un reloj que usaba mi viejo. Él vestía formal para ir al trabajo y tenía un reloj. Que de hecho lo tengo acá y hace poco hice un vídeo sobre él, porque lo restauré hace poco y le di la sorpresa. Es este Hamilton masterpiece, que la verdad que es un reloj que a mí me retrotrae mucho a mi viejo y esa admiración que yo tenía por como él se vestía formal para ir al trabajo, cómo usaba un reloj tan elegante, a tono con como él se vestía.

Y a partir de ahí fui teniendo cada vez más curiosidad por el mundo de los relojes. Después me pasó un par de años atrás que ese interés en los relojes como que volvió a renacer en mí, hizo una implosión y empecé a buscar información, a interiorizarme un poco más.

Y ahí descubrí la maravilla de los relojes mecánicos, esos relojes que no utilizan pilas para funcionar. Y descubrir eso… la verdad que me llamó investigar más todavía. Vi que había poca información en nuestro idioma disponible como para uno poder realmente averiguar estas pequeñas cuestiones que nos interesan de distintas marcas y de la historia de la relojería. Y así fue también un poco como nació reloGeando.

Y son muchas, la verdad, las casas relojeras que me llaman la atención, no solo por ahí por las piezas que hacen, también por la historia que tienen y por los aportes que han hecho al avance de la relojería. Es, en definitiva, también esos pequeños aportes que se hacen a la ciencia y al arte de medir el tiempo, fueron también aportes que se hicieron para el avance en algunos aspectos y logros de la civilización.

Algunas de las que más presente tengo son por ahí Zenit, Omega, Rolex, Breguet, Cheyene… Pero por ahí de todas esas la que más me sorprende es Seiko, no solamente por su relevancia histórica y su impresionante capacidad técnica, sino también y más especialmente porque es una casa relojera que es capaz de ofrecer piezas con un valor impresionante, orológicamente hablando, no en todos los segmentos de presión. Y creo que ese es una posibilidad que prácticamente ningún otro grande de la industria relojera ofrece.

El reloj perfecto para el día a día es, y yo creo que no es un reloj en específico, es el que combine estilo, funcionalidad y placer. En definitiva, para mí el reloj ideal es aquel que elijo cuando lleva a la caja de relojes sabiendo que durante ese día cada vez que lo vea me va a sacar una sonrisa.

Todos tenemos un grial, todos tenemos un reloj que por ahí pensamos que cuando lleguemos a ese reloj va a terminar, digamos, nuestra travesía en el mundo relojero y vamos a conformarnos y, de alguna forma, dejar de coleccionar. Como un reloj que nos da la salida del hobby. Creo que en realidad eso de que sea el reloj de salida, que sea el grial para terminar el hobby, es una pequeña mentirita que tenemos y que nos decimos a nosotros mismos para justificarnos la travesía que nos lleva a ese reloj, esa aventura, ese viaje que hacemos dentro del hobby y que realmente es el trayecto lo que disfrutamos.

Personalmente creo que lo que me fascina de algunas piezas es una conjunción de cuestiones: está la estética, claro, pero también está la mecánica, la historia que venga con esa pieza, el ingenio que vaya con ella y, por supuesto, la capacidad que tenga para sorprenderme y deleitarme.

Hoy te puedo decir que uno de esos relojes para mí es el Omega speedmaster, claro, el icónico watch. Pero quién sabe el día de mañana si cuando llegue a tener ese reloj, si es que llego a tenerlo, me voy a dar cuenta que en realidad también lo que más disfruté es el hecho justamente de la travesía que me llevó a ese reloj y eventualmente creo que ese Omega speedmaster se convertiría en un punto de partida hacia mi próximo grial.

Me parece que la capacidad que puede tener un reloj para asombrarnos, para vincularlo a algún momento importante para nosotros, con algún recuerdo, para hacernos apreciar el trabajo que hay en él y, sobre todo, también para entretenernos, son algunas de las cosas que nos apegan más a estos objetos.

Pero lo más importante y lo que me parece que, en definitiva, todos disfrutamos más son las personas que conocemos gracias a este viaje que hacemos, a través del hobby relojero; personas con las que, con la excusa de los relojes, terminamos casi sin darnos cuenta entablando amistades. Uno entra a esto por los relojes, pero se termina quedando por las personas. Amigos y amigas, muchas gracias por acompañarme hasta el final de esta conversación y, sobre todo y muy especialmente, gracias a Iguana Sell por invitarme formar parte de este ciclo de charlas relojeras. La verdad que lo disfruté mucho y espero que nos sigamos viendo por ahí.



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